El Nuevo Juego Geo-Economico

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La comunidad de inteligencia debe dar prioridad a la recolección y análisis, centrarse en el panorama mundial a través de esta lente. Los Departamentos de Comercio, Energía y Defensa deben sentarse juntos - y luego con el sector privado - para determinar la forma de mantener las inversiones y el acceso a materiales estratégicos y capacidades críticas para la seguridad nacional. Nuestra empresa, la seguridad nacional debe centrarse menos en la defensa contra agentes específicos y un capital más grande en la protección y el desarrollo de las redundancias en la infraestructura de claves digitales y sistemas esenciales para la supervivencia de la nación. La aplicación de la ley y los reguladores deben tener acceso a información sobre el beneficiario para las inversiones en cuestión y de las sociedades constituidas de los EE.UU.

Las alianzas internacionales deben refundirse para garantizar recurso clave y Redundancia de suministro, mientras que los acuerdos comerciales deben crear nuevas oportunidades por la influencia y ventaja económica. La Asociación Trans-Pacífico (TPP) es un paso importante en la dirección correcta. Washington debe implementar nuevas doctrinas de la disuasión como un "boomerang" de disuasión por lo que es patentemente poco prudente para que los países tratan de atacar o debilitar los EE.UU dada el enredo de los sistemas comerciales y financieros internacionales.

El presidente de Estados Unidos también debería revisar la división tradicional entre los sectores públicos y privados en que la cooperación es esencial, ya que está sucediendo en el dominio cibernético. Debemos ver la relación entre las agencias gubernamentales - como el Banco Ex-Im, Extranjero Private Investment Corporation (OPIC), y USAID - y las empresas como núcleo a la promoción de los intereses de los Estados Unidos, la creación de alianzas no se basa simplemente sobre el comercio y el desarrollo, sino también en las vulnerabilidades económicas compartidas y oportunidades. La Casa Blanca necesita para asegurarse de que su economía nacional y de seguridad. Expertos están sentados en la misma mesa de elaboración y conducen las extrategias mientras consultan al sector privado.

Al hacer esto, los EE.UU. y las democracias liberales occidentales que reafirman sus principios básicos. Las sociedades capitalistas occidentales no deben tratar de ser como China o Rusia, y los analistas no debería automáticamente sobreestimar la fuerza de tales sistemas alternativos y sin darse cuenta crear estructuras que nos mueven hacia un modelo de estado autoritario. Al contrario, los EE.UU. debería comprometerse a permanecer a la vanguardia de libre comercio global, el sistema capitalista, preservando al mismo tiempo la independencia del sector privado y la promoción de prácticas éticas de negocio en Estados Unidos. Los Estados Unidos y sus aliados no hay que retirarse del entorno globalizado que ayudaron a dar forma sino aprovechar todas las ventajas de la innovación y el atractivo internacional de los Estados Unidos y de negocios y la tecnología occidental.

En el siglo XXI, la seguridad económica apuntala la nación de capacidad de proyectar su poder e influencia. Los EE.UU. deben permanecer fieles a sus valores, pero comienzan a jugar un nuevo juego, juego deliberado de la geoeconomía que asegura la continua seguridad y fortaleza.