Soberanía Energética En México
Autor: Mikki • December 12, 2017 • 5,775 Words (24 Pages) • 656 Views
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En el caso de los combustibles fósiles, las reservas se están agotando. El actual modelo de desarrollo económico y de modo de vida está basado en un fuerte consumo de estos combustibles, y el ritmo de consumo no solo se ha mantenido, sino que se incrementa en forma constante. Su importancia se evidencia en el valor estratégico que se les asigna y que ha llevado a conflictos, en algunos casos de carácter desbastador, en las áreas donde se ubican las reservas más importantes.
Pero, además, la generación, el transporte y el consumo de las energías convencionales tienen un fuerte impacto sobre el medio. El consumo de energía, incluyendo el transporte, es la principal fuente de emisiones de gases de efecto invernadero y lluvia ácida.
La actividad antrópica ha alterado la circulación atmosférica a escala planetaria. En los últimos 100 años la temperatura media de la Tierra ha aumentado 0,74°C. En los últimos 10 años se duplicó el aumento del nivel del mar (3,1mm anuales). Para los próximos cien años, los expertos pronostican un aumento de entre 1,1ºC y 6,4°C de temperatura y de entre 18 y 59cm del nivel del mar, según el mejor y peor escenario como han sido definidos por el IPCC (Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático).
El uso de combustibles fósiles representa el 56% de las emisiones de gases de efecto invernadero que se registran en el planeta. El 99% del calentamiento global provocado por las tecnologías de generación de electricidad se debe a la utilización de lignito, gas natural, petróleo y carbón, que provoca gases residuales de efecto invernadero como el C02 y metano.
Producir 1 kWh de electricidad con un sistema renovable como el mini hidráulico, por ejemplo, tiene un impacto medioambiental 300 veces inferior al que tiene producirlo con lignito, 250 veces menor respecto al que supone generarlo con carbón o petróleo, 125 con uranio y 50 con gas natural
México es un país muy rico en recursos, no solo el petróleo o el gas. Si no también es muy rico en recursos renovables como el aire, agua, sol, etc.
Respecto al aire, México posee una superficie de parques eólicos de casi dos millones de km2. El principal recurso eólico se encuentra el Istmo de Tehuantepec, en Oaxaca. En las áreas más ventosas (La Venta), el promedio anual de la velocidad del viento a 50m de altura excede los 10m/s.
En México existen otras regiones con vientos técnicamente aprovechables para la generación de electricidad (se pueden encontrar áreas donde el promedio anual de la velocidad del viento es mayor que 6,0 m/s a una altura determinada); por ejemplo, algunas partes de los estados de Baja California, Baja California Sur, Tamaulipas, Veracruz, Zacatecas, Hidalgo, Yucatán, Chiapas y Quintana Roo, entre otros.
Desde el punto de vista técnico, la capacidad eoloeléctrica (MW) que se podría instalar en México supera a la que ya se ha instalado en algunos países industrializados después de más de 15 años de esfuerzo (por ejemplo, Alemania con más de 25 mil MW, o España con más de 15 mil MW). No obstante, existen factores que se tendrán que ir superando para que en México sea posible alcanzar cifras de esa magnitud.
Entre estos factores se encuentra la construcción de infraestructura eléctrica para interconexión de centrales oloeléctricas y, por supuesto, ir logrando que los proyectos sigan siendo financiables y económicamente rentables a medida que éstos se diseminan hacia regiones con menor recurso eólico o hacia regiones más complejas donde el costo de inversión es mayor. Al igual que en cualquier otra parte del mundo, en México no hay zonas ideales para construir proyectos eoloeléctricos, es decir, cada región presenta ventajas y desventajas.
En cuanto a la energía hidráulica Actualmente están operando en los estadosde Veracruz y Jalisco tres centrales minihidráulicas con una capacidad instalada de 16 MW, que generan un totalde 67 GWh/año. Adicionalmente están en operación tres centrales hibridas (minihidráulicas-gas natural) en los estados de Veracruz y Durango.
La electricidad que se genera en las hidroeléctricas a altos voltajes, es transmitida a grandes distancias mediante cables de alta tensión y, después, reducida a voltajes inferiores para ser distribuida a los sitios de consumo (hogares, escuelas, talleres, fábricas, comercios, etc).
En nuestro país también tenemos muchas pequeñas corrientes de agua (energía minihidráulica) que pueden ser aprovechadas para generar electricidad, con fines productivos y de consumo doméstico, sobre todo en localidades marginadas o alejadas de las redes del servicio eléctrico. Estas pequeñas corrientes se localizan, principalmente, en los estados de Chiapas, Tabasco y Veracruz, entre otros varios, en donde la orografía y las lluvias constituyen condiciones favorables para el desarrollo de proyectos minihidráulicos. Según estimaciones de “la Conae” hoy en día la Conuee (Comisión para el Uso Eficiente de la Energía), el potencial nacional de aprovechamiento de la energía minihidráulica asciende a 3,200 MW.
A pesar de estos recursos con los que México cuenta, el país no los aprovecha al potencial que debería y siguen apostando y otorgando recursos a los combustibles fósiles, principalmente el petróleo. Es del conocimiento de toda la población que los ingresos petroleros han sido durante muchos años una seguridad para solventar el gasto público y un elemento importante para mantener el crecimiento que ha tenido el país en los últimos años. Se dice que las finanzas de México están petrolizadas.
Tal situación es de gran preocupación, ya que al ser un commodity que se rige por la oferta y demanda y que México exporta el petróleo crudo y e importa combustibles ya procesados, esto hace que estemos sujetos a la volatilidad en el precio que sufra el petróleo.
La siguiente tabla muestra lo que representa el petróleo dentro de los ingresos del país.
En general, en el período de 2000 a 2011 los ingresos petroleros representaron casi 34% de los ingresos presupuestarios del sector público, como se demuestra en el cuadro anterior. Relevantemente, en 2005 los ingresos petroleros llegaron a representar 38% del total y en 2008 casi 37 %, habiendo alcanzado en 2011 el 33.7%.
En este momento, es preocupante esta dependencia del petróleo. Con la tendencia a la baja que ha tenido el precio del petróleo en las últimas semanas no se sabe que esperar para los próximos meses en materia económica. Esta baja ha sido generada por la tensa situación que se ha experimentado en el Medio Oriente debido a la ofensiva de los combatientes del fundamentalista
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